viernes, 23 de septiembre de 2011

flume


Los hospitales huelen a fracaso.

Se apoyó contra la farola e inhaló todo el humo que pudo de aquel tabaco humedecido por la lluvia. Sintió el agua chocando contra las células muertas de su piel, hinchando sus bronquios asfaltados. Sintió de pronto, como casi siempre sentía, la imperiosa necesidad de vivir. Vivir. No sabía qué era vivir. Sabía que no era emborracharse hasta perder la conciencia. Sabía que no era conocer sensaciones una por una, palmo a palmo. No era follar, no era dinero, no era felicidad.
Sabía que no era ( tan sólo) todo lo demás.

Pero quería asegurarse.
Quería comprobar que...

Ella quería amar.

Quería escapar.

Quería escapar.

Quería escapar.

''Por favor, por dios, por Dios, sácame de aquí, sacadme de aquí, SACADME DE AQUÍ.''
Quería salir. Cuanto antes.



Ojalá conociese a alguien con cizallas que le cortase las cadenas de una puta (y definitiva) vez.


Pobre ilusa.



tic-tac...tic-tac......tic......





....................................tac-


(boom)

sábado, 10 de septiembre de 2011

A quien tanto he odiado.


No, no, no, no, no.

Putos escombros, pero qué me pasa.


Qué es esta sensación de velocidad y náusea, ¿por qué se me subleva la perspicacia?

Qué este no-saber-qué-querer, cuando todo lo que quiero es saberlo.





Mierda, mierda, joder, mierda, maldita sea yo. Maldita mi vida, malditos mis brazos y mis zapatillas sucias.

Maldito el perfume, la codicia y el hambre animal. Malditos los pasos que he dejado atrás, los que me quedan por delante y el paisaje.


Estúpida.

Inconsciente.

¡¡INSENSIBLE!!




Inherente.

Todo.
A mí.

Siempre.





Nunca aprenderé.


''I want to be forgotten, and I don't want to be reminded.
You say -"please don't make this harder."-

No, I won't yet.''

(8)------->The strokes-What ever happened?

martes, 6 de septiembre de 2011

sway


Quien sea capaz de mirarla a los ojos sin sentir el suelo alejarse...

... que alce su voz seca.

Yo los miro, esos ojos suyos. Observo sus pupilas contraídas de todas las rabias y el amor que vinieron a trastabillar sus pasos, luchando por contenerse en el lacrimal desdibujado en sus ojos de gato.

Aún no soy capaz de abarcar las nebulosas de su iris sin dejar de preguntarme qué me dice cuando calla. Puta vida, me dice, entre risa y calada.
Me echa atrás el contraste de su sonrisa perfilada contra el tiempo, ese tiempo que no nos ha querido bien a ninguna.

Ella me quita el miedo.
Hiela el dolor bailándome el agua.


A fuerza de dolor de espalda, que ella siempre fue más de caminar sobre el aire.
Sabe distorsionar la realidad para convertirla en algo bello.


Nos quisimos, analfabetas entonces, en este mundo de derrames y coloquios desahuciados de su sentido, y nos queremos aún ahora, a sabiendas de las malas tretas de la reyerta.



Puestas a desangrarnos, lo hacemos juntas.

Y lo que tenga que venir, que venga a la hora del café.