lunes, 6 de febrero de 2012

Reflejos faringeos de un estómago vacío.


A lo mejor tanta palabrería se me escapa en balde.
O no.

Quizás la verborrea sea sólo el reflejo de mis gritos callados, de mis furias enroscadas, de las tonterías que nunca me dejó decir mi madre, de sus pellizcos y miradas furtivas presionando mi bazo muerto. Órgano inútil. Me aturdo. Sol. Aldea infame inflamada en fama y 'porfavores'.
Me inunda y me ahoga. Me está envenenando por dentro y me está empachando como una fruta madura borracha de empalagosa miel. Miel azul. Miel azul látigo. Látigo y ácido de limón.

Té con limón. Limón. Te. Tú. ¿No?

Mira, igual es porque no estuviste ahí para aferrarte a mi pecho, que se me escapa el alma cuando toso. Que me duelen los costados de no tenerte en la cama. Que no sé dónde estás y te busco en los charcos malnutridos de turismo y rabia de papel de gominola.

Mira... es igual. Es lo mismo porque no me agarraste cuando me puse a llorar como una niña a la que le quitan las ganas de jugar. Igual es porque me dejaste un agujero marcado en sus bordes. Infectado de tu olor y el falso carisma de tus ojos. Afectado de pútrido cariño embalsamado como una momia que se deshace en vientos y palabras de otros continentes. El desierto del Sahara en tus manos.

Es que tampoco lo sé.
Joder. Joder. Que quiero creer que te amé.

Que quienquiera que seas, vengas a mí.
Que mi vientre te pide a gritos un poco de ese dolor que se me acumula. Ahí, entre el pulmón derecho y lo que queda del izquierdo.

Dicen que es algo más pequeño porque tiene que dejar sitio al corazón.

Creo que a mí me pasa lo mismo.




Cuandoteencuentrepiensomatarteapolvosdelosdeverdad.


Yellow Ledbetter - Pearl Jam

http://www.youtube.com/watch?v=hs8y3kneqrs