martes, 1 de marzo de 2011

Entre-cortadas


Laten pasos en mi oído interno: suave ruido de moscas suspendidas en el aire, jugando a esquivar la rectitud de la abeja.
En un alarde de elegancia disonante, el césped se peina, regodeándose al compás de una brisa templada por un sol pasado de fecha.


Suspense arrítmico y laxitud en las latitudes de mis sienes: no queda espacio para el correcto pensar de la señorita y el caballero.

Y consciente me bifurco hacia tu vientre.
Busco la onda de tu ombligo, oliendo el aire de Marzo en tu pecho.

Cavidades abruptas de corazones y sangre, latidos a borbotones.
Esquejes de manos abiertas, deseando a tientas la oscuridad eterna.

Cuerpos en enredadera, tocando a corneta: toda la flota a flote, que suenen los tambores, que enerven el vello en las cimas, rizos de trigo acompasando mi marcha. Y tus piernas abrazando mi bandera.


¿Tú y cuántos más?

Yo y mi ejército.

Yo y el énfasis de mi pecho.

Yo y mi vacío torácico.


Yo y te sueño.


(8)--->Diecinueve - Maga.

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