
No se me ocurrió una manera mejor para tenerte conmigo que estrecharte, ahogar esa delgada línea que cubría los pasos entre los dos, en un furioso gesto de impaciencia y silencio.
Y te rompí en mil pedazos.
No supe aguantar tu vacío en mis brazos.
Pregunté, escribí preguntas extrañas que no venían a cuento. Taché una y mil veces todo lo que nadie podía responderme.
Grité.
Pensando que si gritaba, volverías.
Haciéndome creer que era capaz, que cualquier razón era inútil, que a pesar de todo, valía la pena gritar.
Claro que valió la pena.
Volviste y me diste la vida.
(8)-------> Sway - The Kooks
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Vamos, escúpelo.